viernes, 21 de septiembre de 2012

¿Sabes Twittear contenidos propios?



Por Abraham Geifman
La imagen del célebre “pajarito” dice mucho sobre lo que Twitter representa. Es un gran lugar en Internet para “escuchar” y seguir conversaciones. Sigue siendo la mejor red social para construir comunidades de seguidores y/o gente que busque nuestros contenidos. Sin embargo, en la medida es que seguimos a más personas o empresas, la velocidad de mensajes se incrementa y nuestro impacto en el timeline del seguidor disminuye.
¿No ha notado el lector usuario de Twitter que en ciertos horarios y días sus mensajes tienen mayor respuesta, o que ya no vemos con tanta frecuencia a quien seguimos porque se pierde entre tantos mensajes de otras personas? Algo similar ocurre en la publicidad tradicional, en la que el anunciante buscará tres grandes remedios para generar impacto:
  • Ubicación: El espacio preferencial en una revista, la página impar en un periódico o la esquina concurrida para una cartelera.
  • Frecuencia del mensaje: Para lograr persuadir, ya sea a través de repetir varias veces el mismo spot de radio o TV.
  • Alcance: A través de una pauta inteligente que le permita alcanzar a su grupo objetivo al menor costo y tiempo posibles.
Twitter como medio requiere de un comportamiento similar para hacer llegar nuestros contenidos de manera adecuada. Es importante colocar nuestro mensaje de 140 caracteres o menos en el momento adecuado, en el que la mayoría de nuestros seguidores lo puedan captar, lo cual nos dará una parte del alcance. Parte del problema es que a pesar de la repetición, nuestro mensaje compite contra muchos más. Y donde me quiero concentrar es en el tema de la “Frecuencia”.
Pero cuando se trata de promover una marca, nuestra persona o nuestros contenidos propios, la repetición excesiva puede resultar contraproducente.
Guy Kawasaki, reconocido autor de negocios y ex–evangelista de Apple y con más de un millón de seguidores, recomienda repetir nuestros twittscuatro veces en un día, pero en un lapso de 8 horas entre cada uno, con la intención de abarcar los diferentes husos horarios del planeta. Esto está muy bien para líderes de opinión globales, pero en el ámbito local no funciona.
Ver el mismo twitt varias veces en un día puede cansarnos, tanto o más como nos cansa escuchar el mismo spot de radio, pero a continuación enlisto mis recomendaciones para repetir contenido en Twitter sin aburrir y logrando buen alcance:
Conocer a nuestros seguidores.
Twitter nos permite conocer algo de nuestros seguidores, por lo menos lo suficiente para entender a quién siguen ellos y cuál podría ser la intensidad de su timeline (panel donde aparecen los mensajes). Un seguidor que además lee contenidos de otras 20 personas seguramente leerá nuestro twitt desde la primera vez. Pero alguien que sigue a cientos o miles de personas (que aún no entiendo cómo le hacen) nos obliga a competir contra muchos contenidos distintos.
Sugiero hacer un análisis aleatorio de nuestros seguidores para tratar de calcular las repeticiones que requerimos en nuestros contenidos propios. Si podemos determinar que el promedio de nuestros seguidores siguen a muchas personas, es claro que tenemos que repetir nuestro mensaje entre tres y cuatro veces en un mismo día para generar impacto.
Predecir a nuestros futuros seguidores.
Tenemos que asumir que nuestros contenidos serán detectados por buscadores o serán reenviados por nuestra comunidad. Será importante tratar de predecir, en función al tipo de contenidos y al perfil de los seguidores actuales, quién podría ser un seguidor futuro, y de igual manera calcular la intensidad de tu timeline.
Repetir el contenido con diferente redacción.
Si tenemos un blog, un mensaje importante o un producto a vender, la repetición excesiva puede ser negativa. Sin embargo yo sugiero modificar la redacción de cada twitt para evitar dicho cansancio. Si tenemos un blog, podemos notificar sobre un nuevo post, y posteriormente citar algún párrafo del mismo en un segundo post para generar interés adicional.
Experimentar con horarios diferentes.
Un buen recurso es publicar contenido en horarios no cotidianos. El otro día, específicamente un jueves por la tarde, compartí un artículo mío en Linkedin, y para mi sorpresa recibí varias menciones que nunca antes obtuve al publicar por las mañanas. Sugiero probar de día, de noche, fines de semana y horarios donde mi lector (que ya conocemos) tenga tiempo de leernos. Si por ejemplo, queremos impactar a un ama de casa de nivel medio alto, quizás el mejor momento es cuando éstas esperan a sus hijos afuera de las escuelas, alrededor de la 1:00pm.
En las redes sociales hay mucho aún por explorar, no hay nada escrito. Es importante continuar experimentando para lograr el alcance esperado, y en un medio altamente competido.

Fuente: Merca2.0.com

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